Detrás del humo
de una vida
descansa la sonrisa
perdida de un mundo.
Con el tiempo perdió
la alegría al descubrir
como era vivir
lejos del cuento, despertó
envuelta en sombras
lejos de restos
de historias de recreo,
despertó en su cama, sola.
Atrapadas en el cielo
de su cama, callan
miles de estrellas heladas
por la ausencia del beso
que la haga despertar.
Imperfecto sueño el de esta
princesa de los labios de fresa
que olvidó, por siempre, amar.
