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jueves, 14 de junio de 2012

[...] y espadas sin filo.



Conocer lo desconocido
o ya conocido
pero dormido en la mente
y de cuerpo vigente.

Solas, en el recóndito
oscuro espacio de la mente
esconde en su sino
la sierpe que muerde.

Muerde, y después muerte 
en vida,sin mas salida 
que el olvido presente, que es su vida.

con la única compañera
entre el silencio cautivo,
entre sueños y leña
y espadas sin filo,

sueña con reinos y princesas
de dragones, presas
y torres sin puerta
que esperan inquietas.

Pero cierran las puertas
a cualquier ingrato ser
que, necio en el mundo que ve,
disfruta con penas ajenas.

Para él solo queda
lo vivido como recibo
de haber pasado, seña
a fuego vivo.